jueves, 30 de junio de 2011

SITUACION SOCIAL DE PALESTINA

Era una sociedad llena de discriminaciones.
La mujer era considerada inferior y subordinada al hombre. En el templo le estaba reservado un patio situado entre el de los hombres y el de los gentiles. En la sinagoga tenía también lugar a parte y no le estaba permitido hacer uso de la palabra. Si luego se piensa en la importancia religiosa y civil de la circuncisión para la pertenencia al pueblo elegido, se podrá imaginar el poco aprecio en que se tenía a la mujer.
Los samaritanos. Los judíos nunca quisieron reconocerlos como hermanos suyos, a causa del mestizaje étnico en que habían incurrido con la conquista asiria en el 722 a. C. Con la construcción del templo de Garizin, la división se convirtió en rabiosa hostilidad. Tenían en común los mismos orígenes, la misma fe, el mismo Pentateuco, la misma esperanza mesiánica.
Parece que la esclavitud existía todavía en tiempo de Jesús. Pero la condición social de los esclavos en Palestina era bien distinta que en el mundo grecorromano. Un judío varón podía ser hecho esclavo por decisión del tribunal que lo entregaba a su acreedor en caso de insolvencia, y también por voluntad propia en caso de extrema pobreza; pero al séptimo año recuperaba su libertad.
Dentro de la misma comunidad judía estaba en vigor la proscripción contra los pecadores (los que no observaban la ley). Los publicanos eran considerados traidores a la causa de Dios y de su pueblo, y por ello excomulgados.
Con los paganos, los no circuncidados, la actitud de desprecio llegaba hasta el odio.
Las raíces de esta múltiple discriminación deben buscarse en el tipo de sociedad sacral y teocrática que pedía vivir separados del mundo malvado e impío. El criterio de separación era la ley y su exacta observancia, interpretada por sacerdotes, escribas y fariseos según principios rígidos y cada vez más omniabarcantes.
 

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